El entrenador jefe de los Tigres de Sunchales afirma que los tres triunfos en fila en el cierre de año le permiten trabajar con mayor confianza luego de sufrir un arranque traumático en La Liga Banco Comafi donde cosecharon siete derrotas consecutivas, pero que aún están lejos de ser un equipo consolidado y hay que seguir trabajando para lograr una buena química entre los jóvenes talentos nacionales, los internos con experiencia y los extranjeros que están haciendo sus primeras armas fuera de su país. El jueves 2 de enero retoman los entrenamientos con vista a los tres partidos de visitante que jugarán en el inicio de año.
Sebastián Saborido explica que el proceso inicial de la temporada fue complejo y que contribuyó a los resultados negativos que se obtuvieron en el Súper 20 y en el inicio de la Liga Nacional. «El bajo presupuesto nos obligó a apostar a jugadores que no tenían experiencia en la elite del básquetbol argentino y eso conlleva un cierto riesgo. Ese plantel necesitaba de los foráneos para potenciarse y tardamos en encontrarlo. La llegada de Battle, Fayne y Yarbrough, jugadores muy jóvenes, nos empujaron y nos ilusionaron para afrontar de otra manera la competencia».
El DT aurinegro considera que la ficha libre que dejó la salida de Ariel Ramos debería ser cubierta porque están dando mucha ventaja pero que aún necesita evaluar el funcionamiento del equipo, especialmente los roles que puede cumplir Yarbrough que hasta ahora jugó dos partidos, para terminar de definir si necesita un perimetral o un interno.
Finalmente, y previo a dejar un saludo de fin de año a la familia aurinegra, Saborido afirmó que «todos debemos estar preparado para este desafío que es la permanencia de la categoría. Estamos en el lote de abajo y cada partido es una final, especialmente los de local. No hay que perder el objetivo de vista y que es un proceso largo, donde necesitamos el apoyo de los liberteños, como lo han hecho hasta ahora, incluso cuando los resultados no se nos daban».