En la tarde del lunes 12 de abril, el presidente del Club D. Libertad Miguel Barbieri, acompañado por los integrantes de la subcomisión de básquet profesional Marcelo Alemani y Paulo Borgogno, y el capitán de los Tigres, Marcos Saglietti, hizo entrega de una camiseta de los Tigres al utilero Héctor Duarte, donde se podía observar en el dorso la leyenda «Pimienta – 1000».
«Pimienta», como todos los conocemos en el club, el 14 de marzo de este año, ante Bahía Basket, alcanzó el millar de batallas deportivas proveyendo de indumentaria al plantel y atesorando anécdotas de vestuario en las competencias organizadas por la Asociación de Clubes. Como en esa emblemática fecha se encontraba en Buenos Aires con el plantel de básquet profesional que afrontó la Liga Nacional, los directivos consideraron que el reconocimiento a uno de los hombres que está ligado con la historia basquetbolística aurinegra de los últimos 25 años, debía posponerse hasta su regreso.
Barbieri manifestó «que este tipo de acciones habla bien de la institución que reconoce a las buenas personas que están comprometidas con el club, independientemente de los presidentes o las gestiones. Para mí es un tremendo honor entregarle esta camiseta».
Marcelo Alemani, vicepresidente de la subcomisión de básquet profesional, expresó que «estamos muy agradecidos con Pimienta por todo el aporte que hace más allá del rol de utilero, porque realmente nos brinda soluciones a muchos problemas que se nos presentan durante la temporada. Yo siempre digo que para cosechar hay que sembrar, y realmente Pimienta cuando cumplió los 1000 partidos cosechó innumerables saludos de todo el arco del básquetbol argentino que habla bien de su persona».
Marcos Saglietti lo definió en pocas palabras: El «Gordo» cuando te puede dar una mano te la da y los jugadores lo valoramos muchísimo. Y también colabora con el grupo cuando las cosas no están saliendo bien. Por ahí no se dan los resultados, y hay un clima de ansiedad y de tensión, Pimienta te tira un comentario y nos afloja a todos».
«A mí solo me queda agradecer y siempre voy a estar a disposición de quien lo necesite. A mí no me importa si es buen o mal basquetbolista, me importa la persona. Gracias a Dios, el 90% de los jugadores que pasaron por Libertad mientras yo fui utilero es buena gente» confió Héctor Duarte, tirando un récord para algunos desconocidos. Dirigió 5 partidos de 3×3, obteniendo un contundente 4-1 que hubiera podido transformarse en una experiencia sin derrotas en su haber «pero nos afanaron un juego» afirmó entre las risas de los presentes.