Los Tigres pudieron torcer el destino a su favor en los últimos 2’30», estampando un contundente 17-4 para derrotar 92 a 84 a los marplatenses, desatando el festejo en el Hogar de los Tigres porque están a un paso de lograr el objetivo que se propusieron cuando aún le restan 9 partidos por jugar. El base Nicolás Copello la rompió en el último período con 14 unidades y 4 triples, para arrasar la defensa zonal cervecera que complicó al dueño de casa a lo largo del partido.
Javier Bianchelli acertó en los primeros 20 minutos apostando a una defensa zonal extendida y muy dinámica. Porque enfrente tuvo a los Tigres con la pólvora mojada desde los 6,75 que le posibilitó a la visita retirarse al descanso largo por 6 arriba. La zona de los marplatenses era una invitación para disparar sin piedad desde larga distancia pero cuando se abolla el aro, el negocio es para el enemigo.
Desde el arranque, los cerveceros impusieron la zona que el dueño de casa atacó con poca suerte en los disparos de 3: 1-7. En contrapartida, Quilmes estuvo lúcido en los escopetazos (5-8 en triples), comandado por el moreno Frazier con 14 puntos (4-5 en triples) en estos 10′, cerrando el primer capítulo con 8 de ventaja.
En el segundo período, el ingreso de Figueredo y Augusto Alonso le dio rédito al entrenador Sebastián Saborido. Entre los dos aportaron 16 puntos (11 del base cordobés), sumándose el siempre rendidor Loku Cuello con 5, para igualar en 40 (25-17) restando 1’20». Sin embargo, Bianchelli siguió inmutable con la defensa zonal y en el tiempo restante, Ortiz se hizo cargo con dos zapatazos para estampar un 6-0 que le puso cifra definitiva a la primera etapa.
En los primeros 10′ del complemento, hubo predominio de uno y otro. Quilmes, que mantuvo la defensa zonal a rajatabla, tocó la máxima de 11 en el arranque con el escopetero Frazier (43-54) pero Libertad se transformó en un torbellino aurinegro en los 2’30» siguientes para imponer un contundente 11-0 que le posibilitó igualar en 54 e incluso pasar al frente con un triple de Thomas. Reinado que duró muy poco porque Ortiz , de gran partido (terminaría con 31), clavó dos triples para volver a liderar el resultado. En los 120 segundos restantes, no se darían respiro, sellando este período con una paridad extrema: 67 – 67.
En el último capítulo, los Tigres estuvieron por debajo de su rival por poco más de 8 minutos. La visita se aprovechaba de las distracciones defensivas de Libertad para mantenerse arriba, gozando de 5 puntos (75-80) a falta de 3’30», siendo Ortiz el máximo responsable. Hasta que llegó el 7-0 en 1 minuto que inició Thomas, siguió Cuello y estampó Copello con un triple para pasar al frente (82-80). Ortiz, quién sino, se encargaría de hacer retornar la paridad en 82. Pero la esquiva puntería que padecieron los Tigres en casi todo el partido, afloró en el momento preciso. A 1’10» del cierre, Figueredo clavó un zapatazo desde los 6,75 que imitó el encendido Copello 30 segundos después para interponer una grieta definitoria de 6 (88-82) que ya no tuvo retorno porque los marplatenses no acertaron las dos posesiones restantes, y Cuello y Copello fueron impiadosos en la línea de libres.