La Fusión se llevó por delante a un Libertad que nunca pudo estar en juego, a tal punto que sufrió una desventaja máxima de 46 puntos en el último período, cerrando el pleito la visita con un contundente 59 a 98. Wallisson Guilherme con 19 puntos y Sebastián Lugo con 17 fueron las vías de gol más clara de los santiagueños. En los aurinegros, Franco Chiabotto aportó 16 unidades.
Las asimetrías presupuestarias de ambos equipos se trasladaron a la capacidad física y calidad basquetbolística en el rectángulo de juego. Quimsa, con 4 extranjeros en sus filas, fue un tsunami desde el inicio al fin. En el primer período, Lugo y el ecuatoriano Carabali de intimidantes 2,14 m., alimentaron los ataques visitantes para cerrar por 13 arriba (11-24), ante un rival que le costaba mucho convertir y que tuvo a Franco Chiabotto como la opción más clara en la ofensiva (sumó 9). Pero si 11 unidades fueron escasas en los primeros 10′, peor aún fueron los 9 puntos del segundo período que convirtió a cuentagotas el dueño de casa. Enfrente, los dirigidos por Jorge Caballero, con un goleo distribuido siguieron estirando diferencias, ya sea contragolpeando, con los escopetazos perímetrales de Toretta y Guilherme, o en la comodidad de la zona pintada por la notoria diferencia de estatura, ensanchando la grieta a 24 (20-44) antes de retirarse a los vestuarios, distancia que empezaba a sonar determinante.
En el complemento, la diferencia siguió expandiéndose, motorizada por el brasilero Guilherme que castigaba desde larga distancia (4-5 en triples), y Lugo que tenía la muñeca inflamada también (4-6 desde los 6,75), para sobrepasar una ventaja de treinta puntos al término del tercer cuarto (39-72). El resto estuvo demás. Curiosamente, gozando de una ventaja apabullante, la Fusión mantuvo la intensidad en el juego, alcanzando 46 puntos de hándicap (50-96) a falta de 1’30» para el cierre de un cotejo que se había definido mucho tiempo antes.
https://www.fibalivestats.com/u/ADC/1450008/bs.html
