Con tan solo 5 segundos de juego, Figueredo tomó la pelota en su propio campo, lo trasladó hacia tierra enemiga, se escurrió ante los defensores y lanzó el balón con mucha parábola mientras las retinas se clavaban en la bola naranja. Fue una eternidad. Hasta que impactó en el tablero, bailoteó en la circunferencia y después se desató todo el vértigo de un festejo que los Tigres necesitaban abrochar en condición de local para cortar la racha negativa. Los dirigidos por Sebastián Saborido retornaron al triunfo luego de 5 derrotas al hilo, imponiéndose por 71 a 69 a Ferro Carril Oeste en un final no apto para hipertensos.
Luego de un primer cuarto equilibrado donde casi no se sacaron diferencias e incluso alternaron en el liderazgo del enfrentamiento, cerrando el dueño de casa por 3 arriba (22-19); Ferro atravesó 10 minutos muy sólidos en el segundo período que secó a Libertad, imponiendo un contundente 10-23 que le posibilitó al verdolaga retirarse al descanso largo con una decena de ventaja (32-42). La gran defensa de los capitalinos ante un errático rival les permitió correr y mostrarse más lúcido en la ofensiva, sorprendiendo Hernández desde el banco, aportando 8 unidades en la zona pintada.
Pero este iba a ser un duelo con trámite cambiante y Libertad se tomaría revancha en el tercer capítulo con una aplastante producción que borró por momentos a Ferro. Curiosamente, la formación de Hernán Laginestra obtuvo la máxima ventaja de 11 (35-46) cuando transcurrían los primeros 2′. Hasta ahí llegaron. Porque los Tigres sufrieron una asombrosa transformación en los minutos restantes del cuarto, sellando un tremendo 19-0 en un lapso de 6’30» que les posibilitó revertir la desventaja e incluso gozar de 8 en su haber (54-46). «Thomas (10) y Cuello (8) fueron fundamentales para la remontada, aunque la verdadera reacción comenzó en su propio aro con una gran resistencia. Fierro recién quebró la sequía porteña a falta de 60 segundos, pero la grieta en 8 se mantendría hasta el descanso corto (58-50).
Sin embargo, los problemas ofensivos regresarían en los aurinegros en el último capítulo y Ferro sacaría rédito, especialmente con el moreno Mitchell, para escalar la pendiente. Promediando el período, la visita estampó un 0-7 para pasar al frente (62-63) y a partir de ahí pudo ser para cualquiera de los dos, porque las diferencias en el resultado fueron milimétricas. A falta de 8», Caffaro encestó dos libres para igualar en 69; Fierro, en la ofensiva posterior, agachó la cabeza y encaró como un toro para cometer una falta en ataque letal; y con tan solo 5 segundos, y un clima que preanunciaba un reñido suplementario, el escurridizo base aurinegro se transformó en el súper hombre del jueves con una victoria que vale mucho más que los dos puntos que refleja la tabla de posiciones.