Libertad sufrió los primeros 20 minutos del enfrentamiento con los Milrayitas, a tal punto que se retiró al descanso largo con una desventaja de 28 unidades (50-22). Sin embargo, tuvo una tremenda reacción en la segunda etapa, con un parcial 33-53 que le posibilitó ponerse en juego (79-73) a falta de 1’40» para el cierre, pero no alcanzó para revertir el resultado negativo (83-75) en el Once Unidos.
Empezó bien Peñarol, defendiendo y atacando rápido se alejó primero 5-0 y luego 9-2. Pero después de un pedido de tiempo muerto de Sebastián Saborido, los visitantes mejoraron y metieron un 6-0 para situarse solamente a una unidad (9-8) y preocupar a Leonardo Gutiérrez, que detuvo el partido para intentar corregir algunas cuestiones a falta de 5 minutos.
Su equipo reaccionó con furia y borró de la cancha al rival para meterle un parcial de 18-6 y cerrar el primer cuarto arriba 27-11. Primero lo encaminó con un 6-0 y luego, con buen aporte de los relevos, se alejó ante un Libertad muy confundido.
Ofensivamente no estuvo tan lúcido y certero Peñarol en el arranque del segundo parcial, pero le alcanzó con defensa y garra para mantenerse al frente con claridad. Si bien no anotó, los pibes se ganaron el reconocimiento del público tras pelear y ganar varios rebotes ofensivos. Y cuando calibró la mira y jugó con pases, el local se alejó 33-16 a falta de 6 minutos.
En la segunda mitad del segmento, de la mano de los inspirados Nicolás Gianella y Lucas Arn (jugando posteado y también lejos del cesto), Peñarol disfrutó del partido y sacó 28 puntos de renta al sonar la chicharra (50-22). Libertad intentó por momentos defender en zona pero no pudo contener a un local iluminado y confiado que le ganó 23-8 para sacar una importante distancia.
Dormido entró Peñarol al tercer cuarto, y Libertad le llamó la atención con un 9-0 que dejó el marcador 50-31 cuando habían pasado 2 minutos y medio. Gutiérrez, para detener el vendaval del rival, pidió “tiempo muerto”. El equipo mejoró pero siempre dominó Libertad, que en defensa estuvo mucho más enfocado para incomodar a un rival que, además, no fue tan efectivo en lanzamientos lejanos. Por eso los visitantes ganaron el segmento por 27-12 y se arrimaron al sonar la chicharra (62-49). En ofensiva, fue clave Agustín Caffaro y también se destacó Martín Cuello, quienes habían estado ausentes hasta ese momento.
Con las alarmas encendidas arrancó el local el último cuarto, ya que el anterior lo empezó ganando por 28 y terminó al frente pero por 13. Despertó a tiempo y sacó 20 (69-49), enfocado en defensa y con buen juego ofensivo. De todas maneras, llegando a la mitad, Libertad volvió a limar la distancia y ponerse a 14 (73-59) con cinco minutos por jugar.
La remontada de los “Tigres” continuó, ante un Peñarol que no encontró variantes ni efectividad para atacar la zona y abusó sin éxito del tiro de tres puntos. A falta de 4 minutos, los visitantes se pusieron a ocho (73-65). Gutiérrez volvió a pedir “tiempo muerto”.
El equipo de Sunchales, con el buen manejo de Nicolás Copppello y la preponderancia interna de Khalil Kelley, puso en serio riesgo el triunfo de los locales al situarse nada más que a seis (79-73), pero Lauría apareció con un doble y un recupero para comandar un 4-0 que tranquilizó a todos. Con 9 de renta, el reloj jugó para los “Milrayitas” que más allá de la siesta del segundo tiempo terminaron ganando por su gran rendimiento en el primero.
SÍNTESIS
PEÑAROL 83: Nicolás Gianella 25, Lucas Gorosterrazú 4, Todd Brown 14, Lucas Arn 21 y Alejandro Alloatti 4 (FI). Nicolás Lauría 8, Nicolás Franco 0, Tomás Monacchi 0 y Juan Ignacio Marcos 7. Entrenador: Leonardo Gutiérrez.
LIBERTAD 76: Agustín Alonso 9, Nicolás Coppello 10, Martín Cuello 15, Ignacio Cuassolo 0 y Kalhil Kelley 12 (FI). Agustín Caffaro 23, Diego Figueredo 4, Manuel Alonso 0 y Julián Eydallín 2. Entrenador: Sebastián Saborido.
Parciales: 27-14;50-22 y62-49.
Árbitros: Diego Rougier, Rodrigo Castillo y Sebastián Moncloba.
Estadio: Once Unidos.
CRÓNICA: Prensa Peñarol de Mar del Plata