Caer por 16 de diferencia en el final del primer cuarto es un hándicap que no se le puede dar a rivales como Ferrocarril Oeste. Libertad cayó 27-11 en los primeros 10 minutos y esa grieta terminó siendo fundamental para que el Verdolaga terminara manejando con cierta comodidad el juego, cerrando 84 a 68, pese a que en los tres períodos posteriores, los parciales terminaron muy equilibrados.
La gira de esta semana no fue positiva para Libertad. No solo porque no pudo cosechar un triunfo sino porque no se pudo observar el juego colectivo sólido que lo caracteriza, más allá del resultado final. Frente al equipo conducido por Hernán Laginestra casi no tuvo chances de ponerse en juego, salvo en el segundo período, a falta de 1’30» para finalizar la primera etapa, cuando se acercó a 8, pero despertaría el dueño de casa para retirarse al descanso largo por 13 (37-24). No hubo mucho más. En el tercer capítulo, la máxima a favor del Verdolaga trepó a 21 (47-26) y si bien se redujo a 14 cuando se retiraron al descanso corto, todo preanunciaba que iba a ser complejo quitarle el triunfo a Ferro. En el último tramo, el local recuperó la distancia de veinte unidades aunque sufrió un bajón y los Tigres se acercaron a 11 restando 2′ para el final. Pero apareció Fierro, a la postre el máximo artillero del equipo capitalino con 21 unidades, para poner la casa en orden.