Cuando Copello acertó el escopetazo desde los 6,75 para estirar la diferencia a 10 restando 38» para el final, Estudiantes supo que esta segunda chance en el Hogar de los Tigres tampoco iba a tener final feliz. Libertad se impuso 92 a 85 ante el Bataraz y la serie Final de La Liga Argentina está match point a favor de los aurinegros. La visita volvió a repetir errores defensivos ante un rival con mucha ambición. El francotirador Barovero fue insoportable para las huestes olavarrienses: convirtió 37 y 11 de ellos en el último período.
El arranque del enfrentamiento fue probablemente la mayor diferencia del juego anterior. Estudiantes comenzó en ataque con una paciente rotación de balón y los pickandrolls de Schoppler – Essengue hicieron mucho daño en la defensa aurinegra. Pero en la vereda de enfrente estaba Barovero, más lúcido que nunca. Convirtió 11 consecutivos para sostener la producción sunchalense. En los últimos 3′, el dueño de casa emparejó las acciones para culminar el primer cuarto igualados en 24.
Lo que no imaginaba el Bataraz es que nunca más volvería a pasar al frente y menos en el segundo período donde los Tigres desplegaron su mejor básquet. El MVP de la Liga Argentina siguió acumulando puntos y con 7 consecutivos interpuso una grieta de 6 que, curiosamente, se ensanchó aún más cuando el goleador se tomó un descanso. Ante un Estudiantes totalmente desdibujado que perdía pelotas y apelaba a algunos arrebatos individuales, Libertad mostró su mejor cara: gran rotación de balón y buena selección de tiros con un Augusto Alonso picante redondearon 16 de ventaja (50-34) cuando restaban 1’40» para el descanso largo. En el tramo final del primer tiempo, Arese y Essengue redujeron la distancia para retirarse sufriendo una decena de unidades abajo.
En el tercer cuarto, Copello debió mirar de afuera el juego por 8′, ya que Saborido decidió preservarlo con 3 faltas acumuladas y los Tigres alternaron buenas y malas. Soportaron un 9-4 que acercó a 5 a la visita (54-49) pero volvería, quién sino, el intratable Barovero para aportar media docena de puntos consecutivos que hicieron retornar los 10 de ventaja. Pero Estudiantes respondería con el juego interno liderado por el camerunés para acercarse a 6 antes de ingresar en el tramo definitorio.
En el último capítulo, los Tigres volvieron a demostrar que los cierres es lo mejor que le sienta en casa. De entrada, un triple de Barovero y 5 al hilo de Copello lo alejaron a 8. Ventaja que se infló a 10 luego de un triple de Landoni y una corrida de Barovero. Parecía que el duelo iba camino a definirse cuando transitábamos la primera mitad del período. Pero el Bataraz reaccionó a tiempo con Arese y Essengue para estrechar la brecha a 5 a falta de 4′. Hasta ahí llegaron. El estratega y el «killer» se encargaron de hacer trizas las esperanzas olavarrienses. Entre los dos convirtieron la totalidad de los puntos restantes (Copello 5 y Barovero 6) para manejar el trámite con una distancia que penduló entre 7 y 9 unidades. Demasiado para los hombres de Juan Siemienczuk que resistieron hasta los últimos segundos con el deseo de que la historia cambie en el Parque Guerrero, ya que no tienen más margen para yerros.
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FOTO: Daniel Ponce