Libertad sufrió el juego colectivo de Barrio Parque y careció de puntería en la derrota por 76 a 67 en el cuarto juego de la Final de Conferencia Norte. Ahora tendrá que recuperar la memoria y su nivel de juego este jueves en el Hogar de los Tigres, cuando se dirima el partido definitorio que determinará el rival de Estudiantes de Olavarría en la final de La Liga Argentina.
El equipo conducido por Sebastián Saborido nunca pudo hacer pie en el encuentro, salvo en los primeros 4 minutos del tercer período, donde amagó a una reacción que lo acercó a 9. Porque en defensa, no pudo contrarrestar la rotación del balón en posesiones fijas que efectuaron los cordobeses con un libreto muy bien estudiado o los contragolpes letales cuando la impaciencia le jugaba una mala pasada a los sunchalenses. Y porque en la ofensiva, tuvo una pésima puntería desde los 6,75 (0-11 en triples en el primer tiempo) y fue Barovero dependiente en casi todo el cotejo.
En el primer tiempo, la formación de Alejandro Lotterio llegó a sacar 16 de ventaja (41-25) con 2 triples consecutivos de Rivata cuando restaba 1′ para el descanso largo. La diferencia se repitió promediando el último capítulo (65-49), preanunciando el resultado final. Un zapatazo de Jure a 1’30» ya no dejó dudas de que habría quinto juego en Sunchales.
El plantel de Libertad tiene bien en claro de que si se prestan el balón en ataque, se transforman en un rival muy difícil de eliminar. Pero lamentablemente no siempre lo ponen en práctica y en la noche del lunes quedó demasiado evidenciado. Pero los Tigres a lo largo de la temporada han respondido de la mejor manera bajo presión y aún queda en el recuerdo el quinto juego ante Independiente de Santiago del Estero donde ganaron jugando a un alto nivel luego de una serie muy trabada. El próximo jueves tendrán la oportunidad de replicarlo si quieren transformarse en uno de los finalistas de La Liga Argentina, junto a otro histórico como lo es Estudiantes de Olavarría.